lunes, 14 de julio de 2014

Felicidad.

Hoy he leido, que el 94% de las veces que echas de menos a alguien, en verdad, echas de menos lo feliz que eras en ese tiempo. Y si es asi, yo soy un ejemplo nato.
No hago nada mas que pensar, que tal vez, todos los chicos que en su dia llegaron a hacerme feliz, ahora puedan, o mejor dicho, devan de hacerlo de nuevo. Asi,espero cada noche con esperanza que me vuelvan a hablar, o que aparezcan en la puerta de mi casa.
Pero, aunque ya todo eso en sí sea extraño, creo que aun es mas extraño que no eche de menos a ninguna amiga que he tenido. ¿Querra decir esi que nunca he tenido una amiga de verdad? No lo creo. En general ninguna ha sido para siempre, pero en el periodo de tiempo,que suele durar meses, soy muy feliz y me siento muy contenta de tenerla como amiga.
Igual, el odio que tengo ahora hacia esa chica de mi pasado, no me deje pensar en lo feliz que era porque tampoco quiero volver a esa epoca.
Es que, es todo tan raro. Añoro tanto la felicidad...

miércoles, 9 de julio de 2014

Nada es como uno quiere

Vale. Tal vez tenga razon, tal vez la vida sea una mierda. O, al menos una parte de ella. Pero si hago como hasta ahora y me quedo sentada en el sofa esperando a que me digan que me quieren, que se mueren por estar conmigo por que soy lo mejor, estoy perdida. Quieras o no, no puedes ser la mas maja, ni la mas graciosa, mucho menos la mas cariñosa. Soy como soy, y el echo de que el año pasado fuese de otra manera tiene una muy buena explicacion. Y es que siempre y cuando las cosas van bien y lo que en ese momento crees que son problemas ocurren, es muy facil sonreir y tener el mundo mas o menos controlado. Pero cuando la que creias que era la amiga para toda la vida se cansa de ti y te cambia por otra, las cosas comienzan a ponerse feas. Cuando ves que no recives apenas atencion de las personas que quieres, empiezas a ver que o te buscas la vida, o apaga y vamonos. O aun, cuando pones de escusa que tienes un mal dia para justificar tu mal humor, te das cuenta de que todos tus dias son 'un mal dia' y asi, poco a poco, tu universo se va haciendo chiquitito, chiquito y te conviertes en una burbuja en la que nadie puede entrar. Simplemente, porque tienes miedo a volver a meterte la misma hostia que te acabas de dar.